El enlace inseparable entre nuestro cuerpo y la microbiota que alberga a lo largo de la vida se ha vuelto cada vez más claro en la última década. Ese ecosistema completo de bacterias y otros microorganismos que coexisten en nuestros cuerpos, particularmente en nuestros intestinos, no es una simple cohabitación. De hecho, la relación es simbiótica: nosotros les proporcionamos un hogar y ellas trabajan para proteger a nuestro cuerpo de diversas maneras.
Ahora sabemos que nuestra microbiota también cambia a lo largo de la vida, siendo especialmente susceptible a factores como la nutrición, el estrés y el estilo de vida en general. Pero, ¿qué significa realmente esto para nuestra salud diaria y a largo plazo?
Hace algunos años, en medio de mis dificultades con el síndrome del intestino irritable, fue cuando mi médico me explicó por primera vez sobre la microbiota. Yo, como muchos, apenas tenía una idea básica de lo que significaba, pero pronto me di cuenta de que conocer y entender nuestro microbioma podría ser una herramienta esencial para mejorar mi salud.
Antes de esto, apenas pensaba en lo que metía en mi boca, pero estaba claro que necesitaba hacer algunos cambios importantes en mi dieta si quería mejorar mi salud intestinal. Y así lo hice - introduje alimentos fermentados, ricos en probióticos, como el yogur, el miso y el chucrut en mi dieta, y aumenté mi consumo de fibra mientras reducía la ingesta de alimentos procesados.
Los resultados fueron más que satisfactorios. Mis síntomas de intestino irritable disminuyeron, mi digestión mejoró, y mi bienestar general y mi nivel de energía también aumentaron.
Empresas como NutricionIA hoy día ayudan a sus clientes proporcionándoles entendimiento y soluciones basadas en análisis de microbiota, lo cual considero vital para poder hacer estos cambios alimenticios de forma personalizada y acorde a nuestras necesidades.
Creo firmemente que si dedicáramos más tiempo a aprender sobre la microbiota y a alimentarla correctamente, todos veríamos mejoras en diversos aspectos de nuestra salud y bienestar. La verdad está en nuestras tripas, está en las billones de bacterias que cohabitan con nosotros. Así que, ¿por qué no cuidarlas?
La Microbiota a lo largo de la Vida: Cómo evoluciona y cómo nos afecta
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